14.7.09

Agua

EL AGUA

El agua es un elemento vital para la vida de las plantas, es por eso que debemos tener especial cuidado con el agua con la que regamos nuestra plantación. El agua que proviene del tendido de red, el agua corriente, puede contener gran cantidad de sales disueltas y un ph demasiado bajo o demasiado alto para que las plantas absorban todos los nutrientes que se encuentran en el suelo.


EL PH
El ph ideal se encuentra generalmente entre niveles de 6 y 7, tendiendo al NEUTRO entre acido y básico. En este rango la planta es capaz de absorber todos los nutrientes que requiere. Un ph inadecuado provoca que algunos de los elementos que la planta necesita no sean asimilados, presentando diversos problemas que harán que no desarrolle todo su potencial. Es muy importante regular el ph del agua de riego con correctores de ph, para asegurarnos que las plantas puedan captar todos los nutrientes imprescindibles para su crecimiento y floración.









SALES
Si el agua con la que regamos las plantas posee una gran cantidad de sales disueltas sería muy perjudicial. Puede provocar que nuestra planta pierda agua por las raíces por el fenómeno físico-químico de la osmosis: el agua tiende a igualar los niveles de sales entre la tierra y las raíces. En este caso, al haber más sales fuera de las raíces que dentro, para igualar la cantidad el agua fluye de la planta a la tierra, disminuyendo el total de agua dentro de la planta aumentando la concentración de sales en el interior, y disminuyendo así la concentración en el exterior. Una buena ayuda para la planta es que la tierra donde esté plantada tenga un buen drenaje; y hay que tener especial cuidado cuando cultivemos en macetas, porque las sales pueden acumularse y convertirse en un problema (estrés sódico), y quitarles a las raíces su habilidad para absorber agua.


El mejor agua que existe es el agua de lluvia. Esta tiene niveles neutros de ph y muy pocas sales disueltas (las que haya podido recoger en el ambiente en su caída desde las nubes al suelo). Una buena práctica consiste en regar abundantemente de cuando en cuando con agua de lluvia o agua destilada. Una proporción de referencia sería tres litros de agua por cada litro de tierra. Con esto conseguiremos lavar la tierra de sales y equilibrar el ph de la tierra. Otro consejo es el de mezclar el agua de red con agua de lluvia si es posible, con el objetivo nuevamente de bajar la concentración de sales.


CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA
Mencionamos a la conductividad eléctrica debido a la capacidad que tienen las sales disueltas en agua para conducir la corriente eléctrica.
El agua pura (destilada o de lluvia), prácticamente no conduce la corriente, sin embargo el agua con sales (electrolito) disueltas conduce la corriente eléctrica.
En la mayoría de las soluciones acuosas, entre mayor sea la cantidad de sales disueltas, mayor será la conductividad. Es por este motivo, también, que insistimos en disminuir las sales al mínimo posible.

En el momento de germinar las semillas y en los primeros días de vida de las plantas (se llaman plántulas en este periodo) es imprescindible usar agua destilada o de lluvia. El cloro afecta negativamente a las raíces llegando incluso a quemarlas, o evitando que las semillas germinen y desarrollen su primera raíz. Otra acción que podemos llevar a cabo con la que conseguiremos que el agua de red baje su nivel de cloro, es la de llenar un bidón con este agua y dejar que se evapore el mismo durante uno o dos días.

Si tenes la posibilidad siempre es recomendable recoger algo de agua de lluvia. En caso contrario se puede comprar agua destilada, destinándola para el momento de germinar y hacer crecer a las plántulas y para regar el cultivo antes de cosechar y lavar así la tierra.


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